Cocinas con península abiertas al salón

Si estás buscando una forma de darle un toque moderno y elegante a tu hogar, una cocina con península abierta al salón puede ser la respuesta. Este estilo de cocina se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años gracias a su diseño funcional y estético.

La península es una extensión de la encimera de la cocina que se encuentra separada de las paredes y conectada al resto de la cocina. Esto permite que la cocina se abra al salón, creando un espacio diáfano y luminoso que invita a la interacción social. Además, una península abierta puede ser utilizada como barra de desayuno o zona de comedor informal.

En este artículo te mostraremos algunas de las ventajas y desventajas de tener una cocina con península abierta, así como algunos consejos para sacar el máximo partido a este diseño tan popular en la actualidad.

Medidas ideales para una península de cocina.

Las cocinas con península abiertas al salón se han vuelto muy populares en los últimos tiempos. Una península es una estructura que se extiende desde la encimera de la cocina y que puede ser utilizada como superficie de trabajo o como barra para desayunos y comidas informales.

Medidas recomendadas

Para que una península de cocina sea funcional y cómoda, es importante tener en cuenta las siguientes medidas:

1. Ancho: El ancho mínimo recomendado para una península es de 1 metro. Sin embargo, lo ideal es que tenga un ancho de entre 1,20 y 1,50 metros, para permitir el paso de varias personas al mismo tiempo sin obstaculizar el trabajo en la cocina.
2. Altura: La altura de la península debe ser la misma que la de la encimera de la cocina, es decir, unos 90 centímetros. De esta manera, se garantiza una superficie de trabajo cómoda y ergonómica.
3. Profundidad: La profundidad de la península debe ser de al menos 60 centímetros, para permitir la colocación de electrodomésticos y utensilios de cocina.
4. Distancia: La distancia recomendada entre la península y los muebles de la cocina y el resto del mobiliario del salón es de al menos 1 metro. Esto permitirá una circulación fluida y cómoda por la cocina y el salón.

En resumen, una península de cocina debe tener un ancho de entre 1,20 y 1,50 metros, una altura de unos 90 centímetros, una profundidad de al menos 60 centímetros y una distancia de al menos 1 metro con el resto del mobiliario de la cocina y del salón.

Distribución adecuada de espacios en una cocina.

Cada vez es más común encontrar cocinas con península abiertas al salón, ya que este diseño permite una mayor integración entre estas dos áreas y crea un ambiente más amplio y acogedor. Sin embargo, es importante tener en cuenta la distribución adecuada de espacios en una cocina para garantizar su funcionalidad y comodidad.

En primer lugar, es esencial que la península tenga un tamaño adecuado para no obstaculizar la circulación en la cocina. Además, debe estar ubicada estratégicamente para facilitar el acceso a los electrodomésticos y a las zonas de almacenamiento. Una buena idea es colocar la península frente al área de cocción y al fregadero para crear una zona de trabajo funcional y eficiente.

Es importante también considerar la altura de la península para garantizar una buena ergonomía en la cocina. La altura estándar de una península es de 90cm, pero puede variar según las necesidades y preferencias de cada persona. Es recomendable que la península tenga una profundidad de al menos 60cm para garantizar suficiente espacio de trabajo.

Otro aspecto clave en la distribución de espacios en una cocina con península es la ubicación de los electrodomésticos. Lo ideal es que el frigorífico, el horno y el lavavajillas estén ubicados a una distancia cómoda de la península para facilitar su uso mientras se está cocinando. Además, se recomienda que los electrodomésticos estén integrados en los muebles de la cocina para conseguir un aspecto más uniforme y elegante.

Por último, es importante que la cocina cuente con suficiente espacio de almacenamiento para evitar el desorden y la acumulación de objetos en la península. Se pueden utilizar armarios y cajones para guardar utensilios, o incluso añadir estanterías abiertas para tener a mano los ingredientes más utilizados.

• La península debe tener un tamaño adecuado y estar ubicada estratégicamente para facilitar el acceso a los electrodomésticos y a las zonas de almacenamiento.
• La altura de la península debe garantizar una buena ergonomía en la cocina, y su profundidad debe ser de al menos 60cm para garantizar suficiente espacio de trabajo.
• Los electrodomésticos deben estar ubicados a una distancia cómoda de la península para facilitar su uso mientras se está cocinando. Además, se recomienda que estén integrados en los muebles de la cocina.
• Es importante que la cocina cuente con suficiente espacio de almacenamiento para evitar el desorden y la acumulación de objetos en la península.

En resumen, una distribución adecuada de espacios en una cocina con península abierta al salón debe tener en cuenta el tamaño, ubicación y altura de la península, así como la ubicación de los electrodomésticos y el espacio de almacenamiento disponible. De esta manera, se garantiza una cocina funcional, cómoda y estética.

Aquí te presento 3 ideas finales si estás interesado en cocinas con península abiertas al salón:

1. Una cocina con península abierta al salón es una excelente opción para aquellos que buscan un espacio fluido y moderno en su hogar. Al tener una península, se crea un área de trabajo adicional y se puede utilizar como un lugar para comer o para socializar mientras se cocina.

2. Al diseñar una cocina con península abierta al salón, es importante tener en cuenta la iluminación. Una iluminación adecuada puede hacer que el espacio se sienta cálido y acogedor. Considera la posibilidad de instalar luces LED en la península o en el techo para crear un ambiente agradable.

3. Si estás pensando en remodelar tu cocina y quieres agregar una península abierta al salón, asegúrate de trabajar con un diseñador profesional para obtener el mejor resultado. Un diseñador puede ayudarte a elegir los materiales adecuados, el estilo y el diseño que se adapte a tu hogar y a tus necesidades. No dudes en pedir referencias y revisar su portafolio antes de contratarlo.